"Los Desafíos de UNASUR"
Por Carlos Custer*
La designación del ex Presidente Néstor Kirchner al frente de “Unión de Naciones Suramericanas” (UNASUR) tiene una relativa importancia en tanto y en cuanto lo que importa son los procesos de integración, y no las personas.
Hay una diferencia sustantiva entre lo que es la Integración y el “Libre Comercio” primordialmente porque nosotros siempre hemos luchado contra el ALCA (Asociación de Libre Comercio de América) que, bajo la supuesta libertad comercial, proyectaba convertirnos en un gran bazar desde EE.UU. hasta Ushuaia, en beneficio de las multinacionales norteamericanas. Finalmente el ALCA fue un fracaso y ese tratado intenta ser reemplazado por convenios bilaterales de libre comercio.
No queda dudas que la resistencia de los pueblos ha sido una parte importante para el fracaso del ALCA. Ahora que se renovaron los intentos por extender el mero esquema comercial creemos que hay que superarlos por procesos de integración que tengan en cuentan la necesidad de nuestro desarrollo. Es decir, integrarnos para desarrollarnos con una visión de justicia e inclusión social, y así poder cambiar la relación de fuerzas en el campo internacional.
Por eso una cuestión es el libre comercio, (con el cual tengo numerosas dudas), y otra cosa son los procesos de integración verdadera que llevan a armonizar nuestros esfuerzos para el desarrollo armónico y complementario entre países vecinos. Esto significaría que cambien las relaciones de fuerzas y mejoraría nuestro posicionamiento en el campo internacional.
Nosotros tenemos esta vocación de integración latinoamericana. Integración que se da por razones históricas, geopolíticas y culturales muy importantes; pero por sobre todas las cosas por la necesidad de defender los intereses comunes y toda la potencialidad de nuestros recursos, de los alimentos, de la energía, de nuestras materias primas, del agua, etc. Tenemos que tener en claro que si nosotros nos integramos, por consecuencia nos paramos mejor frente al resto del mundo.
Estos procesos de integración son diferentes. Como en el caso del MERCOSUR (a nosotros no nos gusta mucho esa manera de nombrarlo porque se refiere a “mercado del sur”), donde tendríamos que buscar otra denominación y, los mismos europeos hablan de “Unión Europea”, y no hablan nada de mercado. Sin embargo, el propio MERCOSUR intenta tener otra dimensión política y social.
Pero posteriormente surgió una genialidad de `Lula´ Da Silva que en base a bloques preexistentes, Mercosur y CAN (Comunidad Andina de Naciones), propuso integrarnos en Sudamérica. Es cierto que algunos en ese momento teníamos reservas; decíamos y nos preguntábamos “…porqué no la integración latinoamericana…”. Pero también es verdad que es más complejo porque Latinoamérica incluye el Caribe y los países centroamericanos que económicamente son muy dependientes de EE.UU. El ejemplo más acabado es México que es miembro del NAFTA, un acuerdo de libre comercio junto a los propios EEUUU y Canadá.
Estos procesos parciales como el MERCOSUR y la Comunidad Andina, ahora se superan a través del UNASUR como una expresión de voluntad política de unidad. Esto a su vez también traerá importantes temas: como el Banco Sudamericano, el Consejo Sudamericano de Defensa, los problemas de la Migración, las obras públicas de interconexión regional, y otra serie de cuestiones relacionadas con la drogas, el agua, la certificación universitaria y otros tantos temas que vayan a surgir.
Creo que hay una agenda importantísima en UNASUR. Pero como decía en un principio, lo sustantivo es que más allá de las personas, pueda verse como un proceso progresivo de integración con claros contenidos y metas finales en favor del desarrollo conjunto de nuestros países, armonizando intereses, pero teniendo también en cuenta la equidad regional.
Esperemos que el nuevo titular de la UNASUR esté a la altura de las circunstancias y sepa promover estos procesos latinoamericanos sin perder de vista al conjunto de los países que la componen y la participación popular.
Lo concreto es que la UNASUR debe ser un organismo ejecutivo y eficiente y, fundamentalmente, debe mantener una solidaridad activa y necesaria con toda América Latina.
*Miembro del Consejo Directivo Nacional de ATE; ex Diputado nacional; y ex Embajador argentino en el Vaticano